Ser Callejera, la mejor decisión que puedes tomar.

Antes de todo, no es lo que estás pensando. ¿Recuerdas cuando eras pequeño? Soñabas con lo que querías ser de grande, cantante, policía, veterinario, bailarina, Etc. Tal vez algunos tengan el trabajo soñado, algunos de nosotros nos enfocamos a lo que nos inculcaron era lo mejor, estudiar algo que nos diera un sustento en nuestra vida adulta o buscar la mejor opción para tener  una vida digna y, así fue en mi caso, aunque la verdad no me quejo de las experiencias que me han dejado mis trabajos.

Siempre he sido inquieta y me gusta ver más allá de las cosas, de niña siempre me imaginaba en aventuras diversas, el patio de mi casa y la azotea eran testigos de ellas, un enorme árbol de higos era mi compañero en las tardes de juego, los viajes familiares me llevaban a nuevos escenarios para estas, recuerdo que mi papa viajaba por trabajo y para mi fortuna esto me llevo a conocer algunos de los muchos rincones que México esconde, ahí la chispa de “Callejera” empezó a nacer en mí, cada vez mi sed por saber lo que escondía mi bello país y ¿por qué no? que había fuera de él era más intenso, bendito el programa “La ruta del sabor” que me acercaba un poco a aquellos lugares con paisajes sorprendentes y sabores mágicos, así como diversos libros y revistas que mi papa me regalaba al ver mi interés en el tema. La vida pasaba y yo junto con ella crecía, mi interés en viajar y conocer también, aunque no los recursos para poder hacerlo, por azares del destino y como muchos jóvenes en México, tuve que sustentar mis estudios con trabajos de medio tiempo, por qué aunque una callejera se formaba en mí, esta quería  ser una callejera con bases, entonces a estudiar se ha dicho. Para ahorrar unos pesos la mayoría del tiempo caminaba entre las calles de nuestra complicada capital, pero esto me llevaba a descubrir diversas sorpresa, puestos de comida callejera que son una delicia, parques con fuentes y pequeñas cafeterías y restaurantes a su alrededor, artistas callejeros llenos de talento y mil cosas que me hicieron amar el ser una Callejera, salir de las 4 paredes de mi casa, trabajo o escuela era maravilloso y lo disfrutaba bastante, un escape de la vida tan ajetreada que a veces tenemos y no nos damos el tiempo de respirar y ver lo que se encuentra alrededor.

Durante algunos años me dedique a trabajar para alcanzar mis objetivos, gracias a esto pude cumplir varios de ellos, conocer bellos rincones de México, deleitarme con la comida que alguna vez veía en mi programa favorito y que su conductor Miguel me recomendaba por su puesto, mi amor por la comida mexicana, descubrir nuevos lugares y conocer lo que mi país me ofrecía me llevo a tomar la decisión de ser una callejera de tiempo completo y poder compartir contigo mis experiencias, y también poder llevarte a vivir algunas de ellas conmigo. ¿Hace cuánto que no te das la oportunidad de vivir una aventura nueva? En verdad el convertirte en Callejera puede salvarte la vida!! El respirar aire fresco, detenerte y ver como cae el roció de una cascada o, simplemente escuchar la música en la plaza de algún pueblo mágico, te ayudara a bajar los niveles de ansiedad que nosotros mismos provocamos día a día, Después de todo esto ¿qué piensas? ¿A ti también te gustaría convertirte en Callejero? Pues bienvenido.